Bajo el título “Aliadas para igualdad de género y la innovación social” COAMUR ha lanzado la propuesta de realización de un estudio de la metodología Investigación Acción Participativa (IAP) donde pretende contactar con mujeres diversas de territorios rurales que nos cuenten de primera mano, cómo viven su cotidianeidad en diversos ámbitos (personal, laboral, participativo) y qué barreras (violencias, micromachismos) encuentran por el hecho de ser mujeres.
La idea busca que ellas mismas sean las que nos faciliten formas de solucionar estas discriminaciones para que desde COAMUR aprovechemos este foro de
prevención y sensibilización que nos permite el proyecto para alcanzar acuerdos con entidades del medio rural donde se apliquen protocolos preventivos de violencias de género.
Esta actividad se encuentra financiada por la Delegación de Gobierno contra la Violencia de Género en el marco de las ayudas de “Programas y proyectos de
concienciación, prevención e investigación de las distintas formas de violencia contra las mujeres”.
Una vez creamos nuestra red de entidades ALIADAS y contactos desde el nacimiento del proyecto, nos pusimos manos a la obra para concretar los puntos en los que encontrarnos y las fechas. Atendiendo a la memoria del proyecto, buscamos grupos reducidos de 5 personas mínimo que pudieran aportarnos visiones lo más variopintas y diversas posibles para conocer también la igualdad o la ausencia de la misma desde la interseccionalidad.
Los grupos de discusión se han celebrado en:
- Alcázar de San Juan (Ciudad Real) el día 11 de abril de 2025.
- Etura (Álava) el 12 de abril de 2025.
- Archidona (Málaga) el 22 de mayo de 2025.
- Madrid el 28 de mayo de 2025.
- Lorca (Murcia) el 29 de mayo de 2025.
En total hemos contado con 47 mujeres del medio rural. Las dinamizadoras han sido la presidenta de COAMUR que ha dedicado estos encuentros también a exponer toda la labor de incidencia política que ejerce nuestra entidad, para ofrecer también nuestro recurso a las entidades, crear redes y alianzas y avanzar en nuevos retos en materia de prevención de violencias de género. Así como la vicepresidenta segunda de COAMUR, que ha ejercido de dinamizadora de las distintas metodologías participativas que han facilitado el debate y el acceso a los contenidos para obtener respuestas y resultados de cara a nuestra investigación. Todo este trabajo a su vez a contado con una coordinación técnica que ha organizado los grupos en el área logística, de justificación y de elaboración de dinámicas. A su vez, hemos contado con el apoyo de una empresa experta en el área de la comunicación en redes sociales y comunicación corporativa que nos ha acompañado para crear la imagen del proyecto y ha ido ofreciendo información puntual en nuestros perfiles digitales para avanzar en la difusión de las actividades del proyecto.
LAS VIOLENCIAS INVISIBLES
Ayudadas por tres dinámicas participativas que se elaboraron en las 4 horas de cada sesión, podemos concluir las siguientes ideas:
- Las mujeres del sector agrario crecen con baja confianza en sí mismas sobre sus capacidades para ejercer cargos directivos en cooperativas.
- Los proyectos y las acciones positivas para la igualdad en las cooperativas son herramientas clave para motivar el empoderamiento y la participación.
- La falta de servicios de transporte, sanitarios, educativos y deportivos así como de red de internet en los pueblos pequeños es una grandísima traba para la igualdad de oportunidades para las mujeres puesto que son las protagonistas de las listas de personas que viajan compartiendo vehículos, son las que se encargan de la salud de los demás, de la educación y con todas las cargas en cuidados, finalmente no encuentran oportunidad de cuidarse ellas mismas. Esta realidad se acrecienta mucho más en la España vaciada que en los grandes pueblos de Murcia, Andalucía y Castilla La Mancha.
- Las primeras rupturas en los estereotipos son las más difíciles de vencer. Posteriormente se trabaja con normalidad compartiendo espacios hombres y mujeres.
- Los roles machistas y las violencias en la juventud y la infancia perduran a pesar de los planes, medidas y proyectos.
- En las reuniones laborales se continúa penalizando a las mujeres que tenemos cargas familiares en cuanto a apoyo para financiarnos los viajes, o para sufragar gastos por cuidado de mayores o de infancia.
- Siempre que haya varones al comienzo o finalizar una reunión los temas de los corrillos tratan sobre futbol.
- En ambiente donde estamos varones y hembras y tenemos que organizarnos para cualquier actividad, al final las mujeres siempre terminamos haciendo las tareas de “secretaria”. Porque “se nos dan mejor”.
- Los hablo trabajos de fuerza son mucho más valorados económica y socialmente en los pueblos que las habilidades para organizar tiempos, la eficiencia administrativa y las habilidades sociales y control emocional.
- Cuando se habla de de racionalizar los tiempos de trabajo para tener tiempo personal y para el autocuidado las mujeres son cuestionadas como profesional.
- Ausencia de sala de lactancia en los pueblos.
- Los símbolos en los libros de texto y en los manuales de cualquier tipo de formación con los que nos relacionamos siempre se exponen roles muy marcados de género (las niñas con coleta y con falda, por ejemplo)
- La gente de mi alrededor piensa que el lenguaje masculino genérico no es discriminatorio sobre todo en el sur de España. Cuanto más al norte, se entiende mucho más la herramienta positiva del lenguaje inclusivo.
- Aún existe mucho tabú en abordar la sexualidad de las mujeres y su salud sexual en público.
- La dependencia económica de las mujeres aún es una realidad que hay que continuar abordando.
- Respecto del mundo de los cuidados, existen todavía muchas lagunas respecto de lo que es y no es cuidarse. Se confunde en muchas ocasiones con necesidades que se crean desde el mercado para que las mujeres consumamos más y para bajarnos la autoestima y sentirnos peores por no cumplir esos cuidados.
- En el ámbito doméstico, el reparto de tareas no está equilibrado al 100%.
- Las mujeres identifican con positividad su oportunidad de participar desde las asociaciones, pero no entienden que estas sean una forma de incidir en la política y en la mejora de los cambios para la igualdad de género y la erradicación de las pequeñas violencias.
- Las redes sociales son la vía de acceso de todos los contenidos que necesitan las mujeres.
- Es muy importante continuar avanzando en actividades para la integración de las mujeres migrantes en el medio rural. Sufren múltiples discriminaciones.
- Las violencias que se dan en el seno del hogar son muy difíciles de identificar porque son privadas. La divulgación, la información en las asociaciones y en la sociedad y formatos de acercamiento para que las mujeres conozcan recursos e identifiquen sus situaciones de injusticia son fundamentales.
- La sociedad rural en general tiene aún mucho que avanzar para identificar la desigualdad y no normalizarla.
- A pesar de todo, existe consciencia de las libertades que tienen las mujeres y el machismo no puede acabar con ellas.
- Los ocios en los pueblos se limitan a algunas ofertas culturales y la restauración y hostelería. Estos son los ámbitos donde más hay que enmarcar las acciones positivas contra violencias.
- Es muy importante que se haga una profunda labor de concienciación de la economía del cuidado porque las mujeres, a pesar de lo que se diga, se están violentando institucionalmente al no ofrecerse los contextos adecuados para reconocer su aportación con los cuidados.
Los siguientes pasos nos llevarán a una campaña de comunicación para presentar todas esas violencias de género normalizadas que invisibilizamos en
los pueblos y un protocolo de acciones donde avanzaremos en alianzas multiactor y multinivel para firmar y avanzar en la prevención con entidades
agentes de nuevas normalidades.